María Antonia Alejandra Vicenta Elpidia Isadora Abad Fernández, nació el 10 de marzo de 1928, en Campo de Criptana (Ciudad Real).
Su padre Isidoro Abad, era agricultor, y su madre María Vicenta Fernández Palacios, era peluquera a domicilio, ya tenían un niño y dos niñas Elpidia (1914) y Angelines (1925), nacidas de relaciones anteriores.
Isidoro tenía problemas de asma, así que la familia se mudo en busca de un clima más cálido, a Orihuela, en Alicante.
María Antonia asistió al Colegio de Jesús María de San Agustín, regentado por las monjas Dominicas, donde como era normal en aquellos años, a las alumnas se las preparaba principalmente para ser buenas amas de casa.
María, tenía dotes para la actuación y la música, destacando en el coro del colegio.
En 1941, durante la procesión religiosa de Semana Santa, cantó una saeta que escuchó el periodista José Ángel Ezcurra.
Este convenció a sus padres, para que la dejasen viajar a Valencia, para recibir sus primeras clases de declamación y canto.
Al año siguiente representando a Alicante, se presento a un concurso infantil de talentos, patrocinado por Cifesa, que se celebro en el Parque del Retiro de Madrid, canto el tema "La morena de mi copla", popularizado por Estrellita Castro e Imperio Argentina, y ganó el concurso.
Ya instalada en Madrid, el fotógrafo Gyenes, le hace un reportaje fotográfico, y le presenta al director Ladislao Vajda, húngaro como él, que estaba preparando su próxima película “Te quiero para mí” (1944), protagonizada por Antonio Casal, y Isabelita de Pomes. María no sabía leer perfectamente, así que memorizo de oído los diálogos, en los títulos de crédito salió con su nombre real, María Alejandra.
Ese mismo año protagonizo “Empezó en boda” (1944), junto a Fernando Fernán Gómez, con guion y dirección de Raffaello Matarazzo, fue en este film, cuando utilizo el nombre artístico de Sara Montiel.
El nombre lo cogió del de su abuela materna Sara María, y el apellido lo saco de los Campos de Montiel, de su Ciudad Real, se tiño el pelo a rubio platino, puesto de moda por la actriz Jean Harlow.
Fernando Fernán Gómez, fue pareja suya en varias películas: “Se le fue el novio” (1945), “Bambú” (1945), “La mies es mucha” (1948), o “El capitán Veneno” (1950)
Le llego su primer papel de importancia con “Locura de amor” (1948), de Juan de Orduña, una producción histórica de Cifesa, donde interpretaba a Aldara, amante mora de Felipe el Hermoso, y rival de su esposa Juana de Castilla, por el amor de este.
Buscando nuevos horizontes, decidió hacer las Américas y se fue con su madre a Méjico, donde co protagonizo su primer film “Cárcel de mujeres” (1951), de Miguel M. Delgado, junto a las actrices Miroslava, y Katy Jurado.
En Méjico, Sara se convertiría en una gran estrella, rodando trece películas, con los actores más cotizados del momento: Pedro Infante, Manolo Fábregas, o Raúl Martínez, y adquirió la nacionalidad mejicana.
En los créditos de estos films aparece como Sarita Montiel.
El siguiente salto fue a Hollywood con “Veracruz” (1954), un western de Robert Aldrich, producido y protagonizado por Burt Lancaster, junto a Gary Cooper.
Aunque el personaje de Sarita era secundario (una bella guerrillera mejicana), eclipso a la protagonista femenina, la actriz francesa Denise Darcel.
Harry Cohn, magnate de la Columbia Pictures, le ofreció un contrato estándar de siete años, pero ella lo rechazo, temiendo que en la encasillasen en papeles de hispana.
Su segunda película en Estados Unidos fue para la Warner Bros, “Dos pasiones y un amor/Serenade” (1955), un drama romántico musical, dirigido por Anthony Mann y protagonizado por el tenor Mario Lanza y Joan Fontaine, y donde Sara interpretaba a la mujer de Lanza.
En un plato cercano de la Warner, se rodaba la súper producción “Gigante” (1956) de George Stevens, por lo que cogió amistad con sus protagonistas, sobre todo con James Dean.
Sara comenzó a salir con el director Anthony Mann.
Aprovechando unas breves vacaciones en España, rodó a las órdenes de Juan de Orduña “El último cuplé” (1957), junto a Armando Calvo.
Sin esperar a su estreno, regresó a Estados Unidos para rodar su tercer film en Hollywood, de nuevo un western, esta vez para la compañía RKO Pictures: “Yuma/Run of the arrow” (1957) de Samuel Fuller, junto a Rod Steiger, y donde interpretaba a Mocasin amarillo, una india sioux, de la que se enamora el protagonista.
En ese año se casaría con el director Anthony Mann, "in articulo mortis" en un hospital de Nueva York, cuando el director convalecía de su primer infarto cardiaco, ya restablecido se volverían a casar por todo lo alto, el 30 de marzo de 1957, en una ceremonia civil en Beverly Hills.
Sara acababa de cumplir los 29 años, mientras que Mann tenía 51 años, siendo la segundas nupcias para Mann.
El éxito de “El último cuplé” sorprendió a todos, convirtiendo a Sara en una mega estrella en España, Francia e Italia, de la noche a la mañana. Lo curioso es que estaba previsto que en las canciones fuese doblada por Doña Concha Piquer, pero al final no se llevo a cabo.
A los espectadores les encanto la voz de Sara, por lo que su carrera se centro a partir de entonces, en el musical.
La primera fue “La violetera” (1958), de Luis César Amadori, una co producción ítalo española, de Benito Perojo Producciones, rodada parcialmente en París, y con Raf Vallone como co protagonista.
En sus dos siguientes películas, "Carmen la de Ronda /The devil made a woman" (1959), una nueva versión de la novela del escritor francés Prospero de Mérimée, dirigida por Tulio Demichelli y “Mi último tango” (1960), de Luis César Amadori, Sara coincidió con el actor francés Maurice Ronet, la prensa amarilla destapo un romance entre los dos.
Esto resquebrajo su matrimonio con Anthony Mann, que estaba en España preparando su próximo proyecto, la súper producción de Samuel Bronston “El Cid” (1961), protagonizada por Charlton Heston.
A Sara le ofrecieron el papel de Doña Jimena, pero ella prefirió rodar "Pecado de amor” (1961), una nueva co producción ítalo-española dirigida por Luis César Amadori, junto a Reginald Kernan, y Mario Girotti.
Esto ya fue la gota que desbordo el vaso para Mann, y el matrimonio se separo, consiguiendo el divorcio en 1963.
En 1962 en pleno clamor popular, rodo dos films seguidos “La reina del Chantecler", de Rafael Gil, y “La bella Lola”, de Alfonso Balcázar, ambas con un guion de Jesús María de Arozamena, con música de Gregorio García Segura, y con la fotografía de Mario Montuori.
En “Noches de Casablanca” (1963), de Henri Decoin, una coproducción ítalo-franco-española, volvieron a emparejarla con Maurice Ronet, lo que provocaría un buen incremento en la taquilla.
El mismo año que rodo en Brasil “Samba” (1964) de Rafael Gil, donde interpretaba un doble papel, se caso con el industrial José Vicente Ramírez Olaya, en la Iglesia de Montserrat, en Roma, fue el 2 de Mayo de 1964.
El matrimonio solo duro dos meses, motivado por los celos de José Vicente, tras un supuesto romance de Sara, con el actor italiano Giancarlo del Duca, con el que estaba rodando su nuevo film “La dama de Beirut” (1965)
La película la comenzó a rodar Ladislao Vajda, que falleció durante el rodaje, siendo sustituido por Luis María Delgado.
Aprovechando el escándalo de la separación de la artista, se la emparejo de nuevo con Giancarlo del Duca, de la mano de Tulio Demicheli, lo curioso fue el título del film “La mujer perdida” (1966)
A partir de entonces sus películas se fueron distanciando en el tiempo: “Tuset Street” (1968), “Esa mujer” (1969), “Varietés” (1971)
En 1972 recibió la llave de la ciudad de Los Ángeles, siendo nombrada Ciudadana de Honor, con los años también recibiría las llaves de las ciudades de Nueva York, Miami y Chicago.
Su última película fue “Cinco almohadas para una noche” (1974), de Pedro Lazaga.
Sara decidió retirarse del cine y centrar su carrera en espectáculos musicales, con los que recorrió las principales ciudades de España, llegando a publicar en su carrera, más de cincuenta discos, y setecientas canciones.
Conoció al empresario y periodista mallorquín José Tous Barberán, con quien contrajo matrimonio el 31 de julio de 1979, tras conseguir el divorcio en 1978, de su anterior marido José Vicente Ramírez.
En la siguiente década, ya con la cincuentena cumplida, empezaría a recibir merecidos galardones a su dilatada carrera, entre ellos la Medalla de la Legión de Honor francesa, en 1983.
Dio el salto a la televisión con "Sara y punto" (1990), y “Ven al Paralelo" (1992), en ambos programas además de cantar sus grandes éxitos, aparecían artistas famosos de la talla de Charles Aznavour, Objetivo Birmania, Spandau Ballet, o Rocío Dúrcal.
El 25 agosto de 1992, falleció su esposo José Tous, atrás quedaron sus felices años juntos y los dos hijos que adoptaron: Thais Tous Abad, nacida en Brasil en 1979, y Zeus Tous Abad, nacido en España en 1983.
En el año 2000 publicó sus memorias, ‘Vivir es un placer’, escritas por el dramaturgo Pedro Víllora.
El 17 octubre 2002 (con 75 años), se caso con el cámara cubano Tony Hernández, cuarenta años menor que ella, el matrimonio no duro ni un año, se separaron en julio de 2003 (dos años después consiguió el divorcio)
Falleció el 8 de abril de 2013 en su casa en el barrio de Salamanca de Madrid, tras sufrir un paro cardíaco.
Fue enterrada en el cementerio de San Justo de Madrid, al lado de su hermana Elpidia y su madre, María Vicenta.
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